El camino de mis hijos

El sabio Rey Salomón dijo 'Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él'. Que difícil es seguir este consejo, porque si bien yo quiero instruir a mis hijos mi tendencia es formarlos en el camino que yo he recorrido. Se requiere mucha sabiduría para reconocer el camino que deben seguir mis hijos, y también es necesario aceptar que ese camino puede ser distinto al mio.
Hace un mes Micaela empezó el 1º grado con mucho entusiasmo y muchas ganas de aprender. Me sorprende y me alegra lo aplicada que es y como le gusta estudiar. Todos los días quiere saber más, y lo que más me emociona es que quiere ser abanderada.

En este aspecto la veo muy parecida a mi, y ahí está el problema. Me resulta fácil formarla porque su camino es muy similar al mío, pero tengo miedo de pasar por alto aquellos aspectos donde no son iguales.
Por otro lado está Noah, que esta semana comenzó el jardín. También comenzó con mucho entusiasmo y alegría. Se va al jardín con una sonrisa y vuelve con otra más grande aún.¿Y en cuanto a sus gustos?...Bueno, Noah es Noah, él es él y hace su vida. No tiene los mismos gustos que su hermana, y no es de la forma como yo me imaginaba que iba a ser.

No estoy decepcionado, al contrario, estoy orgulloso de mi hijo, pero el que sea diferente a mi también tiene sus inconvenientes a la hora de formarlo. Muchas veces me doy cuenta que estoy tratando de enseñale a hacer lo que a mi me gusta hacer.
En varias escuche a padres decir que sus hijos iban a lograr lo que ellos no pudieron. Aunque me gustaría ver como se cumplen mis sueños en mis hijos, y que ellos lleguen a donde yo no pude llegar, es mi deber como padre descubrir cuales son sus sueños, aceptar que pueden ser distintos a los míos, y darles herramientas para que lo consigan.
Hoy mis hijos comenzaron la escuela y son muy felices. Espero que mis hijos sean felices también en su primer escuela, que es el hogar, y ruego a Dios que me de la sabiduría necesaria para darles la instrucción correcta.