viernes, 20 de abril de 2007

Noah ya es Noah

Cuando nos enteramos que íbamos a ser padres nuevamente, entre tantas cosas que empezamos a hacer, una de ellas era buscar nombres. En la primer y segunda ecografía se nos dijo que el bebé era nena y la discusión se centro en nombres femeninos.
Mientras todavía discutíamos los nombres y faltando 2 meses para que nazca nos enteramos que nuestro bebé es varón. Otra vez a buscar nombres, pero esta vez nos pusimos de acuerdo más rápido. Los nombres que elegimos fueron Noah Santiago Ezequiel, pero el nombre Noah no era aceptado en el registro civil de Santa Fe.
Cuando nació nuestro hijo tuvimos que enviar una carta a la directora del Registro Civil explicando los motivos por los cuales elegimos ese nombre y hoy, después de muchos días de espera, llegó la resolución aceptando ese nombre.
Esta es una parte de la carta que enviamos al Registro Civil:

"El motivo de la presente es solicitar nos autorice a inscribir a nuestro hijo como Noah (se pronuncia Noá). Como matrimonio cristiano, creemos que el nombre no solo sirve para identificar una persona de otra, sino que también tiene que ver con lo que se espera de esa persona. Para nosotros, el significado del nombre está íntimamente relacionado con la persona, y aunque sabemos que no determina su personalidad, si es como una oración a Dios pidiendo que así sea.

Noah es la forma hebrea de Noé, y preferimos este nombre, dado que se asemeja más al original (noµah). La etimología de este nombre es incierta, aunque muchos comentaristas bíblicos lo relacionan con la raíz hebrea nwh, ‘descansar’. En Génesis 5.29 se lo asocia con el verbo “aliviar” y “consolar”.

El único Noah que figura en la Biblia, y de quien tomamos el nombre, se caracterizó por su rectitud y fidelidad a Dios (Génesis 6:9). Estas son virtudes que esperamos en nuestro hijo, y queremos que sea portador de ‘descanso y consuelo’ a las personas de su generación."


Ahora nuestro hijo ya puede llamarse Noah.

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