Hoy Micaela hizo su primer compra después de varios días de haber ahorrado. No se como, pero ella se dio cuenta del uso que le damos al dinero, entonces, cada vez que nos veía comprar algo, ella nos pedía el "peso".
Al principio no estábamos seguro de que ella anduviera con monedas, por el peligro de que pueda tragárselas, pero tantas veces nos pedía "su peso" que decidimos darle una pequeña alcancía para que guarde sus monedas.
Cada vez que le dábamos una moneda le decíamos: "guardala en tu alcancía, para que cuando tengas mucho te compres un helado".
Hoy, después de varios días de haber ahorrado fuimos con Micaela a la heladería. Todo el camino fue saltando de impaciencia. Al llegar a la heladería pidió su gusto favorito, dulce de leche y, con aire de importante, sacó de su carterita una por una las moneditas necesarias para pagar su helado.
Ahora está junta otra vez más moneditas para hacer su próxima compra.
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